
“DeStain” Detalle, Tinta y Lapiz de Color 27.94 x 35.56 cm

"Cada imagen terminada, un viceversa efímero de lo que viste, viéndote a ti."
~Esmorina Laspiranza
Empapados en los ritmos de la paleta caribeña, mis obras irrumpen con los colores vivaces del Carnaval. Cuando anhelo refugio, mi alma baila entre un retorno nostálgico a mi amada Colombia o el encanto sigiloso del reino de mis dibujos.
Artísticamente me dedico a crear espacio. Desconcertante tal vez, dado lo que ves, pero ¡Ojo! Debes preguntarte, ¿para qué creó espacio? "Eso", precisamente... La enigmática chispa que impulsa la creatividad: la musa que produce, consume y es consumida por las composiciones contenidas en los contornos del marco.

The Making of "Paramarillo”
Runtime: 1min 44 seconds
Con una fuerza salvaje, desafiando al destino mismo, presiono el papel hasta que amenaza desgarrarse. Desatando torrentes de color sobre el caos del Blanco, mi mano se convierte en la cabecera de un río de tinta oscura donde los lápices en tornasol son los exploradores que surcan sus aguas. La página, un banco que atestigua las cicatrices arcoíris de mi tormento caprichoso, cada trazo un verso en la poesía de la memoria. Persiguiendo como canto de sirena, un estado donde los sueños vuelan sobre alas de tinta. Cada imagen terminada, una transmisión de magia tangible, un viceversa efímero de lo que viste, viéndote a ti.
Reflejando la cadencia lírica del realismo mágico colombiano, yo dejo mi mirada atada a ese reino etéreo suspendido dentro de cada marco. Cada par de ojos, con su vida propia, pasean fuera de sus paisajes de fantasía en tu mundo humano. En mi ensoñación, anhelo una convergencia, donde aquellos que se detienen en mis creaciones se sientan compelidos a compartir sus cuentos sin contar.
TORRENTES DESATADAS
El roce de mi lápiz contra el papel evoca escenas que existen más allá de mí. Cada línea zumba una sinfonía silenciosa, seduciendo a mis compadres a disfrutar del baile de la imaginación. Cada obra una viajera perdida en un laberinto de deseo, flotando como la cumbia en las brisas de Taganga, hacia un espacio reservado en tu mundo. Donde, si gustas, puedes sumergirte en tu propia subjetividad fragmentada a través de la multitud de miradas que cada pieza te puede brindar.
Conjurando hechizos de incertidumbre, te encanto con esta revelación: No existe una manera definitiva para exhibir mis obras de arte. A medida que la imagen se convierte en un sitio de contienda entre artista y apreciador, tu tienes el poder de determinar qué ojos encuentras, dictando la forma en que eres percibido. Mi "eso", una presencia espectral dentro de la obra que susurra secretos del pasado. Una instancia de la elusiva búsqueda de la autorrealización, la obra se convierte en un lugar de investigación ontológica, donde los rastros de mi ser se intersectan con la mirada del otro. Con el objetivo de servir como un portal, un encuentro con, infinitos aspectos de la existencia humana, siempre fragmentada, como un caleidoscopio.
– Esmorina Laspiranza


